Wednesday, January 02, 2019

Antonio de la Cova (1950-2018)


Antonio de la Cova (1950-2018), a brilliant iconoclastic historian who never compromised his views for the sake of expediency or personal advancement, has just passed away. He is responsible for the definitive investigation of the assault on the Moncada Barracks that highlights the cowardice, incompetence and opportunism which were the hallmarks of Fidel Castro's entire career. He founded one of the first and most useful internet archives to combat Castro's disinformation and expose the academics who propagate it.

If he had not done anything else, he would have done more than the majority in his position to promote the cause of freedom, but he did much more: he almost sacrificed his life and, in fact, sacrificed his best years in the quest to end slavery in our country by waging war on the slaveholders in the tradition of John Brown and other redeemers of men.

Branded a "terrorist" and imprisoned here for doing exactly that for which another generation of Cubans had been hailed as "liberators", Antonio de la Cova was a radical and extremist in his attachment to the truth and his refusal to compromise his principles regardless of personal consequences. And that vocation was born in him when he was barely ten years old and went into exile with his parents. It seems incredible but at 68 he was the youngest of his generation of freedom fighters, the last generation of Cubans to take up arms in defense of their country.

It is impossible to take the full measure of the man without acknowledging his militancy and noble intransigencia (Martí's phrase). Even those who have rightly praised him have declined to state why he is praiseworthy as if alluding to his past were somehow impolitic or impolite. Well, perhaps to them. The deceased never denied or obscured his past. On his website are reproduced pertinent documents relating to it.

As Maceo pointed out and de la Cova well understood, no nation has ever been freed by begging for its rights. De la Cova's chosen course, though disastrous to himself and ultimately unfruitful, was not the wrong course: the time may not have been right, the circumstances unfavorable and allies unreliable or even treacherous, but the impulse, the motive and the aspirations were pure and beyond reproach. De la Cova was a historian of lost causes, but no cause is ever really lost. There are no lost causes only lost men, He himself was never lost and he deserves to be honored for it.

Acaba de fallecer el profesor Antonio de la Cova (1950-2018), brillante historiador iconoclasta que nunca comprometió sus puntos de vista en aras de la conveniencia o el avance personal. A él se le debe la investigación definitiva de los acontecimientos del asalto al Cuartel Moncada que destaca la cobardía, la incompetencia y el oportunismo que fueron las características de toda la vida de Fidel Castro. Fundó uno de los primeros y más útiles archivos de Internet para combatir la desinformación castrista y exponer a los académicos que lo propagan.

Si no hubiera hecho nada más, habría hecho más que la mayoría en su posición para promover la causa de la libertad, pero hizo mucho más: casi sacrificó su vida y, de hecho, sacrificó sus mejores años para acabar con la esclavitud en nuestro país al hacer la guerra a los esclavistas en la tradición de John Brown y otros redentores de hombres.

Tachado como "terrorista" y encarcelado aquí por hacer exactamente eso por lo que otra generación de cubanos había sido aclamada como "liberadora", Antonio de la Cova era un radical y extremista en su apego a la verdad y su negativa a comprometer sus principios independientemente de las consecuencias personales. Y ese apostolado nació en él cuando apenas tenía diez años y salió al exilio con sus padres. Parece increíble pero a los 68 años era el más joven de su generación de luchadores por la libertad, la última generación de cubanos en tomar armas en defensa de su país.

Es imposible tomar la medida completa del hombre sin reconocer su militancia y noble intransigencia (frase de Martí). Incluso aquellos que lo han elogiado con justicia se han negado a decir por qué es digno de elogio como si aludir a su pasado fuera de alguna manera impolítico o descortés. Bueno, tal vez para ellos. El difunto nunca negó ni oscureció su pasado. En su página web se reproducen los documentos pertinentes relativos al mismo.

Como lo señaló Maceo y de la Cova lo entendió bien, ninguna nación ha sido liberada al mendigar sus derechos. El rumbo elegido por De la Cova, aunque desastroso para sí mismo y, en última instancia, infructuoso, no fue el rumbo equivocado: el momento puede no haber sido el correcto, las circunstancias desfavorables y los aliados no fiables y hasta traicioneros, pero el impulso, el motivo y las aspiraciones fueron puras e irreprochables. De la Cova fue un historiador de las causas perdidas, pero ninguna causa está realmente perdida. No hay causas perdidas, sólo hombres perdidos. Él mismo nunca se perdió y merece ser honrado por ello.